Alumna: Anna Noelia Riera Salinas

Buenos días directivos, docentes, familiares, amigos y compañeros, a todos quienes hoy se sienten orgullosos por nosotros, gracias por acompañarnos.

Nos hemos reunido para compartir la satisfacción de culminar una etapa, pues es un día con el que muchos de nosotros hemos soñado. Creo que todos en algún momento hemos dicho “ya quiero terminar, ¡¡no aguanto más!!”, sin embargo es hoy que reflexionamos y notamos que estamos cerrando una etapa que marcó de alguna forma nuestras vidas.

No hay que negar que los años aquí no han sido fáciles, que a veces entre tantos trabajos y exámenes pensábamos que esto no iba a acabar nunca y que era demasiado; pero a pesar de todo, ahora estamos aquí, con ganas de empezar a tener experiencias nuevas, de descubrir más allá de lo que ya sabemos, de desarrollar nuestras fortalezas en el campo. “No es grande el que siempre triunfa, sino el que jamás se desalienta” dijo Martín Descalzo. Es así que la vida en general no debería tener la intención de mantenernos a salvo de todo, más bien de llegar al final de esta, desgastados, habiendo hecho cosas por las que quisimos luchar en su momento y que ahora son parte de nosotros.

Comienza una nueva época en nuestras vidas, no entremos en pánico, nos esperan cosas increíbles. La generación actual es una que quiere todo para ayer, que acaba de empezar a caminar y ya quiere volar. Para serlo, trabajemos con orgullo, actualicemos conocimientos, adquiramos habilidades, tengamos la mente abierta a que nuestra meta puede aparecer en nuestro alrededor y fijarnos la línea. No busquemos la felicidad, si la piensas mucho se va, hagamos personas felices y nosotros terminaremos siéndolo.

Por otro lado, quiero expresar mi inmensa gratitud a esta universidad, que además de haber sido nuestro centro de estudios, también fue otra casa para nosotros, fue el lugar donde encontramos buenas personas que nos enseñaron a ver más allá de la ciudad y oportunidades de mejora el país. Llevemos el “espíritu molinero” no solo en el corso que nos caracteriza o en las celebraciones, compartámoslo con los demás, tratando de elevar la importancia de la naturaleza en nuestro entorno.

Me gustaría agradecer a los verdaderos maestros, los que no sólo nos educaron en la materia, sino a los que nos guiaron con consejos o ejemplos de vida. Además, invito a todos los graduandos a serlo, a no dejar que la educación descanse en lo que aprendimos: Compartamos nuestras ideas, esparzamos nuestro aprendizaje. También, agradezcamos a nuestras familias, las que nos apoyaron y nos sirvieron de soporte en estos años.

La vida es mejor vivida aprendiendo lo más que se pueda, sintiéndose orgullosos de lo que hagan, siendo compasivos, compartiendo ideas, siendo entusiastas. Esta vida es única, por lo que debemos hacerla excitante.

Para mí el día de hoy no es un adiós, ya que siempre llevaré conmigo los momentos que pase aquí, me sentiré orgullosa de haber pertenecido a esta casa de estudios y seré una molinera para toda la vida. Felicidades a todos.