Tabaco y "correcciòn política"

En un artículo de Roger Scruton, distribuído por AIPE y publicado en un diario local(El Comercio,2-3-98), bajo el título "Todo se permite,excepto fumar", se contrasta la nueva política tabacalera, "empapada de histeria", con la triste realidad, en la que campean la pornografía y la violencia, a la par que la frivolidad. "Claro que abusar del tabaco daña nuestra salud. Lo mismo pasa con la carne,el jabón,el licor y la computadora. Además,¿que queremos decir con salud? El fumador común y corriente obtiene con su hábito relajación mental, confianza social y una fácil manera de mostrar hospitalidad.¿No es parte todo de la salud?", pregunta nuestro autor.

Su comentario parece haber sido respuesta a la medida propuesta por el comisionado para Asuntos Sociales de la Unión Europea, Pedraig Flynn, prohibiendo la publicidad del cigarrillo. "Como a menudo sucede en Bruselas, un burócrata no elegido decide ignorar los panteamientos de los empresarios,los consumidores y los gobiernos,imponiendo una medida que no tiene más justificación que el alocado prejuicio contra el tabaco". "¿Por qué esa agresión contra el tabaco?, pregunta Roger Scruton. Y él mismo responde:"La contestación es "corrección política". "Los fumadores-señala-pueden ser atacados sin costo político porque nadie está dispuesto a defenderlos", lo cual no es estricta verdad . Basta revisar, para comprobaalo la información recogida por Internet, incluyendo la existencia de American Smokers Alliance Homepage, aunque es verdad que igualmente circula vasta información "política", esto es que se adecúa a lo sancionado oficialmente desde 1964, cuando Luther L.Terry, , responsable de los servicios de salud publica de los Estados Unidos (Surgeon General of the U.S Public Health Service), denunció, en nombre del Estados, sin precisar cómo ni cuando, el caracter riesgoso del fumar. Pese a las objeciones formuladas desde el inicio a la precipitada conclusión del Surgeon General ,la amplia campaña propagandista terrorista llegó a desalentar en su habíto a decenas de millones de norteamericanos. El uso, entre los hombres, cayó del 52% en 1965 al 28% en 1994.

Retomando historicamente su campaña internacional "sanitaria", iniciada con la Conferencia de Shangai(1909), la que estaría orientada a precaver los "males" diagnosticados en la Humanidad, la posición oficial adoptada por los Estados Unidos se difundió en las últimas décadas por el mundo, siendo adoptado en la mayoría de los paises sin reservas, pues no faltaron voluntarios interesados en asumir la prédica alarmista que sustenta las medidas de control, sin respeto alguno a los derechos reconocidos anteriormente, lo cual , entre otras limitiaciones, nos priva a los viajeros de poder fumar en los vuelos nacionales, lo cual en mi caso lo puedo superar pues he recurrido en tales oportunidades al tabaco de mascar o al rapé, el tabaco en polvo que se aspira y que, según Garcilaso, era la forma de aprovechar el tabaco en el Perú.

El colaborador inglés de The Wall Street Journal Europe" descuida la descalificación psiquiátrica del hábito de fumar, por el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la Organización Mundial de la Salud, como "addiction" o "farmacodependencia", dado el caracter "adictivo" de la nicotina y el asumido daño a la salud que virtualmente convierte al fumar en un "suicidio crónico" , según la paradójica sentencia de un psiquiatra limeño.

Mediante los medios de comunicación global las instancias políticas de salud vienen lanzando el eslogan de un año 2000 sin humos (léase naturales, porque frente a los industriales nada plantean). Quienes los defendemos, así como defendemos nuestro derecho a ellos, no podemos acallar nuestra discrepancia con una propuesta de salud que es sólo "corrección política", la que distorsiona la apreciación de la información científica, como sucede igualmente con las plantas consideradas políticamente como "drogas¨.

 

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