Tabaco,un poco de historia

Siempre he lamentado que los temas políticos más importantes se ventilen en privado. O que importantes problemas de salud dependan de la opinión política antes que de la información científica. Tal ha sido el caso de la extendida consigna congresista de "lugares públicos" libres de humos (¿lo cual implicaría estadios, calles y plazas?), privándoles de su espacio a los fumadores en los vuelos nacionales y afirmando, más allá de toda medida razonable, que "Fumar es dañino a la salud" según la ley N 25357 que a los antitabaquistas les sirve como argumento..

Como toda cruzada es de por sí oscurantista, vale la pena intentar contrarrestarla democráticamene en la medida de lo posible ampliando la información que se coteja en público , para someterla al juicio del lector y librar en lo posible del "marco de referencia" proporcionado ahora por la ley. En todos los casos , tal como lo fue en el caso de la coca, la difusión de nueva información es un buen camino para cambiar las actitudes.

Tabaco, comencemos por recordar, es una voz taína, caribeña, recogida por el español en el siglo XVI , antes de encontrar los conquistadores al sayri, el "tabaco" de nuestras tierras. Diego Gonzalez Olguín(1608) como Ludovico Bertonio(1612) registran sayri en sus diccionarios , quechua y aymara respectivamente.

Entre las diversas formas de aprovechamiento figuraron desde entonces los enrollados de hoja caribeños; la pipa , que sir Rober Raleigh introdujo en Inglaterra al regreso de Virginia y le acompañó hasta el cadalso; y el sayri que se inhalaba, o "jalaba" en nuestras tierras, tal como el Inca Garcilaso nos informa en el capítulo XXV de sus Comentarios Reales, dedicado a las hierbas medicinales:

" De la hierba o planta que los españoles llaman tabaco (y los indios sayri) usaron mucho para muchas cosas.Tomaban los polvos por las narices para descargar la cabeza. De las virtudes de esta planta han experimentado muchas en España y, así, le llaman por renombre : la hierba santa" Es verdad que , junto al reconocimientos del tabaco por los beneficios atribuídos , recogidos por Nicolás Monardes en su compendió de recursos medicinales de las Indias Occidentales publicado en Sevilla(1580),se dieron desde el primer momento prejuicios en contra. Tal como resumió Hipólito Unanue en su "Disertación sobre la naturaleza y efecto del tabaco..., publicada a partir del 15 de enero de 1792 en Mercurio Peruano, con palabras que conservan aplicabilidad contemporánea:

"No causó mayores disturbios la manzana de la discordia, que los que produjo entre los Sabios la invención del Tabaco. Formidables partidos se formaron en pro y en contra de sus virtudes,sirviendo de tropas auxiliares los ignorantes, y hasta las mujeres acostumbradas a dar su voto en los importantes asunto de la Religión que no entendían".

Unanue registraba su difusión en Europa, atribuyéndole al Almirante Drake su introducción en Inglaterra y al Cardenal de Santa Cruz en Italia.

"Los unos considerabn al Tabaco como el remedio universal, y la yerba más privilegida de quantas abriga la Naturaleza en su fecundo seno. Apoyábase este dictamen en la veneración que gozaba entre los Americanos." De otro lado "por la parte opuesta, lidiaban no solo ls plumas, sino tambien las espadas , y aun los formidables rayos del Vaticano". Asi fue-cuenta Unanue- que "en el año de 1699 , se sostuvo en la Universidad de Paris, que el frecuente uso del Tabaco abreviaba la vida, y mientras el Presidente esforzaba la lengua en fundar las pruebas, no apartaba el polvo de la nariz sin largar la cajeta en toda la actuacion. No estando acordes sus sentidos, probaba el uno lo que el otro combatía; así esta graciosa escena destinada a proscribir el uso del Tabaco, acabo de afianzarlo."

Tomando una posición intermedia, de acuerdo a su razón y experiencia, Unanue evaluaba : "Comparados entre sí los dos opuestos sistemas que hemos referido, parece que por una y otra parte se ha ido al extremo. El uso del Tabaco es útil, y debe permitirse; pero ha de ser a costa de proporcionársele al publico el de mejor calidad: porque si el bueno le trae algunas utilidades,el malo lo expone a pernicionísimos daños"

Para Unanue, en efecto, no todos los tabacos eran lo mismo. Variaban en su composición y efectos, precisando Unanue ,en términos de su época , la cualidad singular en la cual era enteramente beneficioso, destacando sus ventajas como psicoactivas, si aplicamos los términos de la nuestra: "exitando la alegría", "introduciendo un apacible sosiego", "capaz de extinguir las tristes ideas que inquietan al hombre desgraciado". En los casos extremos contrarios, que Unanue recoge también en su época, reclama :"No se diga que exageramos . La historia de la Medicina está llena de tristes ejemplos que confirman nuestro raciocinio".

Para evaluar las diferencias Unanue recurría , en el espíritu ya científico de aquella época, no a la autoridad sino a los propios sentidos y a la experiencia compartida. De la revisión hecha concluía Unanue: "Por las reflexiones que acabamos de hacer, se conoce que el uso del Tabaco, en cuanto a sus efectos en el cuerpo humano, no se debe aplaudir ni condenar en un sentido absoluto. Es preciso distinguir sus diversas calidades".

 

 

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