Internet ofrece indudables ventajas que no me cansaré de elogiar. Hace unos años, por ejemplo, si alguien pretendía actualizar su información sobre un tema, dependía estrictamente de las revistas y libros que pudieran llegar a nuestra aldea, que por gigantesca no ha dejado de serlo.

Hoy, gracias a Internet , se cuenta con el recurso mágico de la pequeña pantalla que, si bien no reemplaza las facilidades de una biblioteca bien provista(como en realidad no hay ninguna en Lima), constituye el acervo de la comunidad cibernética al cual nos podemos remitir en casos de emergencia, huyendo de la unidireccionalidad de la información que circula en los medios de comunicación de masas que, como se ha dicho ya, son los guardianes del consenso.

El caso de la "guerra a las drogas" es paradigmático. Si bien es cierto que la posición oficial derivada de las convenciones suscritas mantiene su primacía en Internet, debidamente representada en amplios espacio de la red, la oposición se multiplica a través de centros informativos que nos consuela a quienes somos absolutas minorías en un medio tan seguidista como el nuestro, conformado por el poder de los medios. Partiendo de los nexos de The Lindesmith Center, auspiciado por George Soros, alcanzamos con facilidad todos los centros informativos relacionados al reconocimiento médico de la marihuana y al replantamiento de la legislación sobre las drogas, tanto de los Estados Unidos y Canada como de la Comunidad Europea.

Menos notables, pero ingualmente informativos, no faltan los espacios dedicados a abogar por otros humos. En tal sentido , frente a la campaña mundial contra el tabaco, llevada adelante por la OMS y en nuestro caso la OPS, con su celebración del Día Mundial sin Tabaco y el slogan "Por un mundo libre de tabaco" que propagandizan en las grandes cadenas de televisión que mantienen simultáneamente espacios en la red, como es el caso de CNN, se puede acudir a la American Smokers Alliance Homepage , la alianza americana de fumadores, que nos brindará información crítica relevante sobre el tema, mostrando lo peligroso que es aceptar una consigna . Mucho se dice, en efecto, sobre el efecto del humo de tabaco ambiental. Se difunde que al menos 400,000 personas morirían anuaalmente en los Estados Unidos por su causa. Debido a ello se festejó el ¨progreso" en nuestra legislación que nos dice desde los paquetes de cigarrillos que "fumar es dañino para la salud", razón por la cual "está prohibido fumar en lugares públicos". Ninguna instancia de salud ha reclamado, ninguna autoridad medica en nuestro medio se atreve a cuestionar siquiera el dogma cancerologista. Y sin embargo existen objetores a la fácil aceptación de tal estadística.

Felizmente Internet brinda el relato de un inquisitivo periodista más cerca de las fuentes de poder "do mana la ciencia cierta". Así me he enterar que las estadísticas manejadas por el terrorismo sanitario en contra tabaco no se fundamentan en datos reales sino en presumciones estadísticas. Gracias a um artículo de Nickie McWrirter, publiado en The Detroit News(oct.18,1992) puedo sostener hoy que la estadística proporcionada por la Oficina de Fumar y Salud, en Atlanta, de la cual provendría la cifra de bajas ocasionadas por el tabaco, no se apoya en ninguna información pertinente y simplemente se limita a ser un juego probabilístco contando con un factor de riesgo asumido. No sabemos cuál sería el resultado si se proyectaran las cifras a las que podría llevar el factor de riesgo de la leche completa, según estimados de los cuales hemos informado en esta misma columna.

Desde que en 1964 el "Surgeon General", máxima autoridad del Servicio de Salud Pública en los Estados Unidos, asumió la presumción del daño, sin poder dar por confirmadas las relaciones causales, el tabaco fue implantado en la atención pública, dejando en la oscuridad las variables que deben tenerse en cuenta especialmente en las naciones desarrolladas, como podrían ser colorantes y preservantes sintéticos, así como el smog de las grandes ciudades industriales o, según estimado recien aparecido, los efectos secundarios de la radioactividad resultante de los ensayos nucleares. Lo curioso es que, pasadas más de tres décadas, se esgriman frente al tabaco recientes "descubrimientos" que estarían brindando el apoyo final a la guerra , entre los cuales estaría que la nicotina es "adictiva", término del cual sólo se puede aceptar racionalmente su contenido descriptivo, extensible al consumo de chocolate y al deporte. Lo que se debe precisar en términos de salud es en qué medida es saludable o dañina una adicción, pues el hecho de serlo no descalifica necesariamente un hábito..