Es verdad que parece más dificil lograr la justa paz en Jerusalem que en el terreno de "las drogas". Sin embargo hay quienes la esperamos religiosamente. En el caso de "las drogas", en efecto, pese a la gigantesca campaña comunicacional llevada adelante por los Estados Unidos de América, tarde o temprano se terminará por abrir paso la conciencia científica de la función que ha venido cumpliendo, en distintas tradiciones, el aprovechamiento de ciertas plantas, especialmente veneradas en sus respectivos ámbitos culturales, que han marcado el carácter del grupo humano habituado a su aprovechamiento. Se hablará entonces de culturas del betel y del hachis, del opio, del khat, del tabaco y de la coca, como de la hierva mate y del té, sin olvidar al café y al chocolate.

Tarde o temprano la razón y la experiencia crítica del método científico, mostrarà las ventajas de tales hábitos tradicionales, que intuyo sumatorias, para la salud integral que deriva de su correcto aprovechamiento. Tarde o temprano , finalmente, la nueva psiquiatría biológica reconocerá en las plantas consideradas hoy "drogas" a los óptimos nutrientes del sistema nervioso.

Por ahora, sinembargo, dominado el terreno del uso de sustancias psicoactivas por un lenguaje estrictamente psiquiátrico, como es el que trata de la "drogadiccion" y otras "adicciones", entendiendo por éstas las registradas en las Convenciones suscritas, todas las discusiones posibles , en el Período Extraordinario de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (Nueva York, 9 al 12 de junio de 1998) , se darán oficialmente dentro del "marco de referencia" constituído por lo dicho y ratificado por el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la Organización Mundial de la Salud (1952-53,1992) y por la Comisión de Narcóticos que sesiona anualmente en Viena.

Con miras a tal Asamblea General Extraordinara, en el Informe Mundial sobre las Drogas (UNIDCP, Oxford University Press,1997) , dado a conocer recientemente por el Programa de Control Internacional de las Drogas, se han tocado importantes puntos del debate actual sobre la legalización , pretendiendo cumplir una evaluación de tales esfuerzos, como si la misma UNIDCP no fuese una instancia comprometida en la "cruzada" mundial, que cuenta con el respaldo de la Casa Blanca.

Aunque en esta oportunidad se mencionan claramente los usos tradicionales de las plantas prohibidas, tal como precisaremos en el caso de la hoja de coca, sostiene el Informe que tales hábitos pràcticamente han sido sustituídos por el abuso de drogas moderno, ocultando el hecho de que somos cientos de millones los seres humanos que seguimos practicando los "usos indebidos" según el lenguaje de las Naciones Unidas.

El caso de la coca

Cincuenta años después de la comprometedora gestión del Gobierno del Perú, solicitando el envío de una comisión de las Naciones Unidas que nos viniera a decir si la hoja de coca era o no "dañina", en el Informe Mundial sobre las Drogas ha sido presentada como "la sagrada hoja de los Incas", iniciándose la nota sobre su uso tradicional con una cita del artículo del doctor Andrew Weil que en 1995 apareciera en The New Yorker(May15). En ella se describel ritual del pukuy, del soplar suavemente las tres hojas selectas en la oración cotidiana del mundo andino.

Y el Informe de las Naciones Unidas,ignorando documentación más seria del mismo autor, no ha tenido reparos en utilizar como fuente el mismo artículo , en el cual se dió por sobreseída la causa contra el coqueo y se informó sobre la posición andina. Así afirma el Informe que, aparte de sus virtudes medicinales,¨la presencia de nutrientes y vitaminas en las hojas puede haber proporcionado un valioso suplemento de la dieta andina".

Dando por conocido y revisado el artículo de Weil, no deja de extrañar que , dentro del capítulo referido al debate de la legalización con el que se cierra el Informe ,se proclame, faltando a la verdad, que "un aspecto notable es que tiene lugar casi exclusivamente en y sobre las naciones industrializadas de Occidente, hecho que se refleja en las publicaciones disponible sobre la materia"(sic). Quien se remita a The New Yorker como la última palabra sobre el tema aceptada por los preocupados inquisidores de Viena, podrá comprobar que el artículo de Weil, justamente, planteaba la legalización de la coca desde los paises andinos, incluyendo el propósito anunciado por los presidentes de Bolivia y Perú en la declaración de Ilo (Fujimori-Sanchez de Losada,julio 1994) de realizar una gestión encaminada al retiro de la hoja de coca de la lista 1 de sustancias controladas por las Convenciones vigentes.

Ignorar la opínión de la periferia , como es la revalorización andina de la coca, en beneficio del debate mal planteado de la "legalización "

( Friedman, García Marques, entre otros), llevado adelante en los Estados Unidos de América y Europa, bloquea la solución al embrollo de "la guerra a las drogas", en la cual no todo es guerra, ni todas las "drogas" mencionadas son drogas. Para resolver el problema sólo cabe cambiar el "marco de referencia", para lo cual no hay mejor ejemplo y camino que el análisis histórico del caso de la coca.