CEREMONIA DE GRADUACIÓN
Promoción “Ruwaspa Yachasun”

 Discurso de la bachiller Diana Ita Nagy
Egresada de la Facultad de Ciencias
1er Puesto General

Señor Rector de la Universidad Nacional Agraria La Molina
Señor Vicerrector Académico
Señor Vicerrector Administrativo
Señores Decanos y Director de la Escuela de Post Grado
Señores Profesores
Señores Padres de familia
Queridos amigos:
Es un gran honor estar frente a ustedes en un día tan importante como hoy, representando a todos mis compañeros. Quisiera empezar felicitándonos, por el largo camino que hemos recorrido, lleno de experiencias positivas y negativas, de éxitos y tropiezos, de risas, de exámenes y dolores de cabeza, de semanas de estrés seguidas por  noches de celebración. Un camino que hemos culminado finalmente de manera exitosa, cumpliendo una meta importante en la vida: ser un profesional molinero.
No hace mucho nos dimos cuenta que nuestra vida universitaria había llegado a su fin. Me pregunto si todos sabíamos bien qué significaba eso. Seguro muchos de nosotros, y me incluyo, nos preguntábamos en ese momento “¿y ahora qué?”, mientras entregábamos nuestro último examen, nuestro último trabajo, o durante nuestra última exposición. Ahora es el momento de emprender un nuevo camino, con nuevos retos, experiencias y oportunidades. No será tan difícil pues contamos con la excelente formación que nos ha dado nuestra universidad, pues ¿quién no se siente orgulloso de decir SOY MOLINERO? Es un título que pesa.
Todavía recuerdo cómo empezó todo. Desde la pre, una época durísima, estudiando día y noche. Luego empezaron los primeros ciclos, donde conocimos a gente de todas las carreras, hicimos nuestros primeros viajes, sufrimos durante nuestros primeros exámenes y trabajos. Fue difícil empezar, pero una vez encaminados fue una experiencia increíble, una de las mejores etapas de nuestras vidas, que quedará en nuestra memoria para siempre.  
Quién no recordará con cariño los campos feriales, las gymkanas, los corsos, los huecos entre clases en el jardín (yo los disfrutaba a pesar del miedo que le tenía a las llamas que pastaban alrededor); los amigos que conocimos; los que ya salieron y los que se quedaron; las noches de estudio interminables con café, coca cola, chocolates y mucha comida; las clases de las 8 de la mañana cuando eran las 8:05 y aún estábamos en el bus aplastados; las largas caminatas entre salones, especialmente para todos a los que alguna vez nos tocó ir al observatorio, o al cerrito para topografía… ¿Quién no tiene una historia en el pueblo, la rotonda o la cochera? Tantas anécdotas que cada uno de nosotros tenemos y compartimos. Son momentos que nunca olvidaremos.     
Llegar hasta acá no ha sido fácil, pero hubiera sido imposible sin el apoyo de todos aquellos que nos acompañaron en este recorrido. En un día como hoy, debemos agradecerles y dedicarles nuestros logros a todas esas personas tan importantes y especiales en nuestras vidas, a nuestros padres y hermanos, a nuestros verdaderos amigos, a nuestros profesores y trabajadores de la universidad, a nuestros compañeros, y a todos aquellos que siempre nos dieron aquel empujón necesario para seguir adelante. Muchísimas gracias a todos.
Es importante que entendamos lo que significa esta nueva etapa. Ahora es nuestro turno de demostrar todo lo aprendido, dentro y fuera de las aulas, dando siempre lo mejor de nosotros, dejando bien en alto el nombre de nuestra querida universidad. Nuestro espacio de trabajo es el Perú, un país tan rico y megadiverso, con 84 de las 114 zonas de vida del planeta, con las reservas naturales más ricas del mundo, con su extensa Amazonía y su dominio marítimo, y una riqueza humana y cultural inigualable. Un país lleno de oportunidades para desarrollarnos profesionalmente, que sólo necesita profesionales de calidad, en educación y en valores, como nosotros, que lo aprovechen de la mejor manera.
Les deseo a todos ustedes una vida llena de éxitos y alegrías,
¡Lo logramos!
Gracias