La Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) fue escenario de la primera experiencia del Herbario Escénico, una propuesta artística y botánica que invitó a estudiantes, docentes y visitantes a conectar con los saberes medicinales de plantas peruanas mediante una instalación inmersiva. Esta actividad, que contó con el apoyo y la coordinación de la Dirección de Bienestar Universitario, formó parte del proyecto Archivo Malva de la PUCP, iniciativa de investigación-creación que explora los vínculos entre el cuerpo humano, las plantas y los procesos de sanación colectiva.

El Herbario Escénico desplegó un recorrido sensorial en el que los participantes interactuaron con plantas medicinales asociadas a la salud reproductiva femenina, un tema central del proyecto Archivo Malva. La instalación tomó forma a través de paisajes sonoros, dispositivos lumínicos y performatividades que buscaban generar un espacio de escucha profunda hacia la memoria vegetal y hacia los procesos de cuidado que estas especies evocan.

Como parte de la propuesta, se desarrollaron activaciones escénicas que abordaron distintos momentos de relación con las plantas, así como espacios de conversación facilitados por especialistas que guiaron la reflexión sobre sanación, territorio y memoria comunitaria. Además, se realizaron siembras simbólicas y dinámicas que integraron saberes agronómicos, artísticos y ancestrales, reforzando el carácter interdisciplinario del proyecto.

El evento también incluyó el taller Pequeña Comunidad de Pensamiento, en el que estudiantes exploraron las plantas vinculadas a sus historias familiares y cotidianas, permitiendo reconocer la dimensión afectiva y cultural del uso de especies medicinales. Este proceso condujo a reflexiones sobre sanadores familiares, memorias de cuidado y vínculos intergeneracionales presentes en las prácticas botánicas del país .

La experiencia forma parte de las Expediciones Botánicas de Archivo Malva, que buscan llevar el Herbario a distintos territorios e instituciones en los próximos años. Con esta primera puesta en escena en la UNALM, el proyecto abrió un diálogo entre arte y ciencia, proponiendo una mirada sensible y comunitaria sobre las plantas que habitan nuestro entorno y sobre su potencial sanador tanto para las personas como para los territorios.