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5 de setiembre de 2002
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Baldomero
Cáceres con cápsulas para la garganta de mentol, cocaína y bórax que en los
años '50 se adquirían sin receta. Ver carta `Pastillas sagradas'.
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PASTILLAS SAGRADAS
Lima, 29 de agosto del 2002
En referencia a `La Coca Nostra' de CARETAS 1736, quisiera precisar que la
cápsula diaria que sugiero como suplemento vitamínico (una de las formas de
industrialización posible), sería de un extracto integral de la coca y no de
cocaína, como se le deslizó al amigo redactor. También estimo que la
comercialización de la coca en diversas formas bien daría los US$ 2,000
millones que apuntó como posible a nuestra agroindustria. Debo aclarar,
además, que las pastillas para la garganta, adquiridas sin receta allá en los
'50, lo eran de "mentol, cocaína y bórax". Finalmente, preciso que
las plantas psicoactivas prohibidas (amapola del opio, marihuana y coca) y
sus transformaciones farmacéuticas, reemplazarían con ventajas gran parte de
las drogas psicoactivas sintéticas aceptadas hoy por la irresponsable
psiquiatría. Eso de que la mitad de la "industria farmacéutica
colapsaría ante esta medicina", no creo que corresponda a lo que yo
expresé. La industria farmacéutica, evidentemente, no sólo mantiene líneas de
sustancias psicoactivas.
Y gracias, también, por el inmerecido doctorado, pues sólo tengo un magíster
de Stanford.
Baldomero Cáceres Santa María
Psicólogo social
http://www.cocachasqui.org
El firmante brega desde hace décadas por la reivindicación de la hoja de coca
y sus derivados. Su lucha ha llamado la atención a publicaciones como The New
Yorker de EE.UU. y a sindicalistas como Evo Morales de Bolivia -el casi
Presidente-, con quien ha realizado campañas a favor del cultivo de la planta
andina. Morales, ha sido invitado por el Presidente Toledo a Perú y juega un
papel en la determinación del puerto por el que se exportará el gas
boliviano, (no la coca).
Lima, 30 de agosto del 2002
Completamente de acuerdo con que el Perú debe explotar e industrializar la
hoja de coca. Se pueden fabricar anestésicos, saborizantes y nutracéuticos a
partir de esta planta. Es irónico que el gobierno ayude a destruir estos
cultivos, cuando Coca-Cola sigue comprando la hoja para su saborizante.
Alemania también lo hace y nos exporta después los anestésicos en forma de
xilocaína o novocaína.
Es tiempo ya que nos libremos del colonialismo mental y usemos nuestros
recursos naturales para beneficio del país.
Héctor Touzet
(htouzet@amauta.rcp.net.pe)
Por ahora el uso medicinal o dietético es mínimo comparado con la producción
destinada a la nariz.
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