El MINAM sustenta la elección de Carmen Felipe-Morales a causa de la dedicación de su vida al estudio de los suelos, sus conocimientos sobre agrobiodiversidad de la región andina y amazónica volcados en diversas publicaciones; ha brindado asistencia técnica en el área de la conservación de suelos en diversas comunidades y empresas campesinas de la Sierra del Perú.  En el año 1974 participó en el Proyecto de Asistencia Técnica UNALM–MINAG en convenio con el Centro Internacional de la Papa (CIP) y diseñó, con alumnos de maestría de suelos, las primeras parcelas de escorrentía para la evaluación de la erosión de los suelos en San Ramón y Huancayo (1975–1980), usando esta metodología para realizar investigaciones en otra parte del Perú.

Como es conocido, Carmen Felipe-Morales y su esposo, el Ing. Ulises Moreno, son egresados molineros y poseen la finca “Casa Blanca”, ubicada en el distrito de Lurín, donde se practica la bioagricultura. En esta extensa chacra se cultivan diversos productos, todos sembrados siguiendo técnicas y prácticas agroecológicas.  La pareja creó hace 33 años esta finca de producción, para la investigación y capacitación en agricultura ecológica, y en agroturismo, que en la actualidad recibe numerosos visitantes. Entre algunas de sus particularidades, cabe mencionar el funcionamiento -desde hace más de 16 años- de un biodigestor modelo chino, alimentado con el guano de los cuyes que se crían en el lugar, además se produce biogás y bioabonos con el fin de autoabastecerse de energía.

La galardonada molinera ha sido decana de la Facultad de Agronomía y  hace poco más de un año fue reconocida como profesora emérita de la UNALM, en una ceremonia de investidura a la que asistieron reconocidas personalidades del medio y las principales autoridades molineras. En el discurso pronunciado en esa reunión se hizo una mención sobre la trascendencia de su trabajo: “cuando se escriba la historia de la ciencia del suelo en nuestro país, estamos seguros que la Dra. Carmen Felipe-Morales ocupará un sitial merecido y que a pesar de su retiro de la actividad universitaria ella seguirá contribuyendo con su experiencia a la generación de mayores conocimientos, por su innata e infinita vocación científica y educadora”.