La primera exposición estuvo a cargo de la nutricionista, Claudia Agüero, quien trató el tema “Seguridad alimentaria, obesidad y Covid19”. Según señaló, antes no se relacionaba el peso con la obesidad, ya que pensaban que era solo tener unos kilos de más. «La obesidad, es un incremento de la grasa en el cuerpo que genera problemas en la salud. Además, es considerada una pandemia y es un problema de salud pública».

La expositora sostuvo que la seguridad alimentaria se ha visto afectada a nivel país por la falta de disposición de alimentos a consecuencia de la pandemia, ya sea en la producción, la distribución, entre otros. Otro inconveniente ha sido el acceso a los alimentos relacionado con el PBI, dicho de otro modo, depende del dinero que ingresa a los hogares. Por otro lado, el desconocimiento de las familias de lo que pueden comprar con el poco dinero que tienen, afecta en el hecho que invierten en alimentos que no son necesarios. «El humano puede vivir sin arroz, azúcar y aceite. El tema de las cantidades es fundamental, porque no es lo mismo la ración de un niño, un adulto o una persona con una enfermedad oncológica», señaló.

De igual manera, explicó sobre la biodisponibilidad de alimentos, que es cómo se va a utilizar los nutrientes en nuestro cuerpo, ya que no es lo mismo asimilar el hierro de la lenteja que la sangrecita de res. «Si tenemos claro esos puntos podemos combatir la obesidad y hacerle frente al COVID-19”, argumentó la nutricionista Agüero.

Informó que la gastronomía andina se basa en respetar los productos. Según explicó, los antiguos pobladores andinos, no usaban pesticidas y las papas no necesitaban ser grandes para ser nutritivas.

Asimismo, señaló que las papas nativas en el Perú no son rentables, porque los empresarios, dueños de pollerías prefieren papas grandes, que llenen los platos. Por ello, los agricultores prefieren cultivar papas más comerciales, por tal razón son pocos los que siembran papas nativas.

“Muchas de las papas se importan del extranjero, lo cual es algo irracional, ya que nosotros poseemos más de 4 mil variedades. Debemos incentivar al consumo de los cultivos andinos, no solo de tubérculos, sino también de quinua, kiwicha, cañihua, entre otros”, puntualizó.

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