Según el experto, las regiones tropicales tienen un gran potencial para la producción de carne y leche, sin embargo, las pasturas cultivadas presentan limitaciones en la calidad nutritiva, lo que impacta negativamente la productividad. Asimismo, el cambio climático puede contribuir a esta limitación por cuanto estudios sugieren que los pastos tropicales se volverán más fibrosos y menos proteínicos en respuesta al incremento del CO2.

Una alternativa para enfrentar esta situación –afirma el científico- es el uso de leguminosas como banco de proteínas, debido a su capacidad de fijación biológica del nitrógeno atmosférico. Este aporte de nitrógeno al sistema conllevaría a una mejor calidad del forraje y una disminución de la inversión en insumos agrícolas. El consumo de una mejor calidad de forraje haría posible una mayor ganancia de peso de los animales en comparación que en los sistemas tradicionales.

Por ello, Gelver Romero, evaluó el efecto de la aplicación de la roca fosfórica (20% P2O5) en la emergencia, altura de planta, cobertura del suelo y producción de forraje en tres especies de leguminosas (Arachis pintoi, Centrocema macrocarpum y Stylosamthes guianensis) como banco de proteína; y se estimó el efecto de la suplementación de la leguminosa (Stylosamthes guianensis) como banco de proteína en la ganancia diaria de peso en vaquillas en pastoreo de Panicum Maximum cv Mombaza.

Los experimentos se desarrollaron en las instalaciones del Instituto Regional de Desarrollo de Selva, UNALM, Tarapoto, San Martin. En el primero se emplearon parcelas divididas: parcela principal leguminosas (Arachis pintoi, Centrocema macrocarpum y Stylosamthes guianensis), sub parcela (dosis de fósforo 0 y 40 kg/h); y en el segundo, 20 animales con una edad promedio de 12 meses, alojados en 2 grupos de 10.