La ampliación del aislamiento social por 15 días más anunciada por el presidente del Perú, Martín Vizcarra, para frenar y combatir la propagación del COVID-19, ha puesto sobre el tapete la importancia de reorganizar las actividades laborales en las organizaciones. Ejemplos cercanos lo tenemos en la UNALM, donde solo algunos colabores acuden a nuestras instalaciones para cubrir actividades indispensables. Para ello ha sido necesario que tramiten su salvoconducto.

Para señalar a algunas de las áreas que realizan labores presenciales indispensables, se pueden mencionar a los Centros de Producción, de la Planta Piloto de Leche, del Fundo (para atender los regadíos), de la Unidad de Recursos Humanos, en especial el personal de Remuneraciones a cargo de la elaboración de planillas; el jefe del Centro Médico de Bienestar, personal de laboratorios de investigación y el personal de vigilancia, estos últimos tienen la delicada de labor de velar por el patrimonio institucional, además del estricto control, según los protocolos establecidos, para el ingreso al campus.

Teletrabajo

Sin embargo hay muy pocas oficinas y unidades que han podido optar por el teletrabajo. Tal es el caso de la Oficina de Tecnologías de Información y Comunicaciones (OTIC), Imagen y Bienestar, las cuales han estado desarrollando actividades de colaboración para la difusión a través de sus plataformas virtuales: Facebook, twitter, correos masivos, Gaceta Molinera, banners y enlaces informativos en el portal universitario, desde el inicio de la cuarentena.