La agricultura y ganadería crea oportunidades para sacar a la gente de la pobreza en los países en desarrollo, más del 60% de los trabajadores pobres del mundo trabaja en este sector y es fuente del mayor número de empleos, no solo a agricultores sino que incluye a otros sectores de empleabilidad como fabricación de equipos agrícolas, procesamiento de alimentos, transporte e infraestructura, entre otros.

«Los consumidores necesitan más alimentos nutritivos que sean asequibles y seguros; los productores buscan innovación para ayudarlos a vencer el cambio climático y las limitaciones de recursos naturales; y toda la cadena de valor agroalimentaria debe adoptar rápidamente nuevas prácticas y herramientas que contribuyan a un mundo saludable y sostenible», mencionó el especialista de La Agraria, Dr. Edwin Mellisho Salas.

La dependencia de la agricultura a recursos limitados como el agua y la tierra requiere implementar tecnología e innovación para satisfacer la creciente demanda de los consumidores para el año 2050, lograrlo depende en gran medida de la investigación y el desarrollo (I + D) y de los sistemas de extensión, con marcos regulatorios que incentiven la innovación y la inversión de riesgo, situación que conlleva a no alcanzar la visión para un mundo más saludable y sostenible.

“Promover la investigación en el marco de I+D+i en el sector agropecuario, es sin duda el principal factor que permitirá incrementar la productividad y producción para cubrir la demanda interna y externa de alimentos y avanzar en la exportación de productos no tradicionales que permita el desarrollo económico nuestro país”, mencionó Mellisho.

«La nueva normalidad (post COVID-19) trae consigo cambios en el mundo, sobre la base de lo que ya estuvo sucediendo en las últimas décadas: la disminución del comercio internacional, la priorización del abastecimiento interno, la reconfiguración de las cadenas de valor y la digitalización acelerada obliga a los países a fortalecer los sistemas nacionales de investigación, desarrollo e innovación. Por lo tanto, promover la investigación, es sin duda el motor del desarrollo económico», concluyó el especialista de la UNALM.