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AGRICULTURA TRADICIONAL Y URBANA
Por una alimentación sostenible

(2020, septiembre 14). - Para el taller de «Agricultura Tradicional», se expuso el tema «Agrobiodiversidad y conocimientos ancestrales», a cargo de la Biol. Marggiori Pancobro, quien presentó su investigación: Plantas comestibles silvestres en la zona de agrodiversidad de Kichki, Huánuco..

La bióloga Marggiori Pancobro explicó que el objetivo de su estudio fue contribuir con el conocimiento sobre patrones alimentarios locales de dos comunidades campesinas altoaltinas de la cuenca de Mito, distrito de Quisqui, provincia de Huánuco desde una perspectiva etnobotánica, como aporte para posibles estrategias de adaptación locales frente al cambio climático.

Como marco general, la especialista sostuvo que diversos científicos han estudiado las estrategias de minimizar los riesgos de las zonas para la actividad de la agricultura como son: el control de un máximo de pisos ecológicos, estrategias del paralelismo masivo (diversificación espacial y temporal de faenas), estrategias de usos múltiples de apropiación de la  naturaleza (obtención de recursos de diferentes ecosistemas y maximizar la variabilidad de bienes para cubrir necesidades en el hogar), además, de los impactos climáticos para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. Al referirse a nuestro país, señaló que: «En Perú tenemos una gran agrodiversidad, que incluye a todos los recursos genéticos de plantas y microorganimos que hacen que la agricultura siga existiendo. Entre ellas, plantas domesticadas y plantas no domesticadas», Pancobro.

Según la experta, el manejo involucra todo un conocimiento ancestral que los agricultores heredan de generación en generación, que se acumula con el conocimiento teórico y práctico (clasificación, sistemas de manejos, observación, entre otros). «Las mujeres poseen un papel crucial como proveedoras de alimentos y son esenciales en la agricultura familiar. Conservadoras y transmisoras de conocimiento local».

 
Al respecto, la “Etnobotánica”, es la ciencia que busca acercarse a estos conocimientos tradicionales desde los conocimientos occidentales, en busca de cómo se da estas interacciones, por ello utilizó esta ciencia para investigación.

CIUDADES MÁS SOSTENIBLES
Una segunda conferencia estuvo a cargo de la Ing. Saray Siura, docente investigadora y jefa del Programa de Investigación en Hortalizas «El Huerto», que expuso sobre Agricultura Urbana, destacándola como actividad que incrementa la cantidad y disponibilidad de alimentos para la población urbana, que enriquece la dieta familiar y contribuye a la soberanía alimentaria; además de permitir el autoabastecimiento, ahorro, mejora del paisaje, usos de tecnologías limpias, entre otros.

Según analiza la ingeniera Siura, ante el incremento y concentración de las personas en las ciudades se genera una gran demanda de alimentos, que en consecuencia conllevan a: mayores costos (transporte y almacenamiento), consumo de energía, disminución de áreas verdes, pobreza, desnutrición y mala alimentación. «La agricultura debe estar totalmente vinculada con la alimentación, orientada a satisfacer requerimientos nutricionales. La agricultura urbana trabaja por la seguridad y soberanía alimentaria, con una mirada de desarrollo de la ciudad, de los productores, más allá del tema productivo». Según indica la especialista, la agricultura urbana busca estrategias de mitigación reduciendo pérdidas de energía con técnicas de reciclaje, evitando el uso de sustancias tóxicas para la salud y el ambiente; también contribuye a la conservación de la biodiversidad revalorando especies de alto valor alimenticio, pero desconocidas como: atacco, quinua blanca, tomatito, verdolaga, entre otros.

 

«La agricultura urbana contribuye a la mejora de la calidad de vida de las personas y puede cubrir necesidades básicas, generar ingresos adicionales, dar satisfacción de su trabajo y vivir en un entorno natural sano», indicó la ingeniera Siura.

Hernán Toribio Chahua


 


 

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