La parte emotiva, fue el discurso  del presidente de la Cátedra J.M. Arguedas, MSc. Ricardo Rivera, quien fue  alumno del fallecido escritor, “durante el año de 1965, fui alumno de quechua,  curso al que asistíamos algunos limeños y pocos provincianos. Como profesor  Arguedas fue un docente altamente motivador y ameno, a tal punto que a veces en  clase nos olvidábamos de la gramática y escuchábamos encandilaos, sus relatos  sobre el color de las piedras cuando el sol del mediodía atravesaba el agua de  los ríos tranquilos”. 
            Recordemos que Arguedas ingresa a la UNALM  como docente a tiempo parcial en el Departamento de Humanidades en Agosto de  1962, para encargarse del dictado del curso de quechua, materia que por primera  vez se dictaba en forma oficial en La Molina. 
             
              Además comentó que Arguedas  encontró un ambiente motivador en La Molina, “los obreros y trabajadores de la  universidad con quienes conversaba y reía casi hasta el colmo de la alegría,  eran ayacuchanos, en un setenta por ciento. Hablaban en quechua y se tomaban el  pelo. El profesor fue un hombre muy alegre y tierno. Por las tardes contemplaba  ese paisaje rural que ofrece La Molina”. 
                          Así mismo y con tristeza, recordó  la partida del  “El Poeta de los  Yaravíes”, “el viernes 28 de noviembre  de 1969, después de culminar la matrícula y alrededor de las 5 de la tarde,  pude contemplar al profesor Arguedas, parado y con las manos cruzadas frente a  la antigua casona donde funcionaba la Facultad de Ciencias Sociales. En aquel  entonces la universidad después de las 5 de la tarde estaba casi vacía, pues a  esa hora salían los últimos buses a Lima. Minutos más tarde. Al retirarme,  extrañamente pude ver que el profesor seguía parado como esperándonos que todos  nos fuéramos. Esa misma noche todas las emisoras daban la triste noticia de su  eliminación a mano propia en el baño de la facultad”. 
                          Por otro lado, también  hubo palabras del Prof. Jim Anchante Arias y  de un representante de la Federación de Estudiantes (FEUA), todos en alusión y  en conmemoración  al escritor José María  Arguedas.  El homenaje culminó con  presentaciones artísticas, como música y danza cargo de TAJMA  y de grupos visitantes. 
              
            
              
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