Estas familias,  llegaron desde Ucayali a Lima en la década de 1990 al 2000, constituyen la  primera comunidad nativa urbana en el Perú (conforme a los criterios del  Convenio Nº 169 de la OIT para identificar a población indígena). Sus  integrantes mantienen su idioma, arte, conocimientos y normas internas  referidas a la convivencia; además, se autoidentifican como una comunidad  indígena, afirmando su identidad de pueblo Shipibo-Konibo. 
            Los invitados  comentaron que soportan el ruido de las construcciones, el polvo que enferma a  los niños, las falta de agua que es causante de diversas enfermedades, esto por  motivo de la construcción de la Vía Parque Rímac. 
            Además, otro de los  problemas es la limitación de espacios que tendrían, ya que los departamentos  ofrecidos son pequeños y no tendrían donde realizar sus actividades culturales  propias de su comunidad. 
            “Estamos en la  lucha por un crecimiento justo de la sociedad, donde se incluya no solo a  ustedes, sino a otras etnias, donde se respete su cosmovisión. El Perú es un  país solidario y con este tipo de eventos generamos un sentido crítico de la  realidad en nuestros compañeros y demostramos que a los molineros sí nos  importa lo que sucede en nuestra capital”, mencionó uno de los representantes  del Colectivo Ayni a manera de conclusión. 
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