Esta plataforma tiene la intención de proveer de herramientas al pequeño y mediano productor para facilitar la interacción directa con los actores del ámbito agrícola a fin de generar acuerdos comerciales más justos. “Es un punto de encuentro, que por medio de la tecnología se hace realidad”, sostiene el representante Jorge Boneu a Gaceta Molinera. 
            “Estamos en una  etapa piloto, trabajamos con cooperativas y asociaciones, ya que es más fácil  articularlos. Nuestro meta es llegar al pequeño productor, dándole beneficios,  así mismo esperamos que esta buena iniciativa se replique entre otros  interesados”, manifestó Boneu. 
            Menciona que el  proyecto estaba orientado en principio a estudiar la cadena de espárragos en el  norte; sin embargo encontró que los productores están en un proceso de  reconversión. “Hay otros alimentos que pueden generar más ingresos como los  arándanos y la maracuyá, los cuales tendrán mayor demanda a nivel  internacional”, argumentó. 
            Investigación del IPPS 
           El IPPS investigó la  cadena productiva de los espárragos en La Libertad, donde determinó las  diferentes alternativas que forman cuando hay pequeños productores diseminados,  asociados y otros que venden directamente a la agroindustria. 
            “Cuando se vende a  la agroindustria hay un buen control en relación a la calidad del producto. Hay  otro escenario donde un intermediario acopia y luego ofrece a este sector; eso  cuando el agricultor no tiene una escala o un trato directo con la  agroindustria y solo realiza agricultura familiar”, argumentó. 
            Destaca que hay  impactos negativos que tiene el agricultor al venderle a un intermediario, por  ejemplo: la calidad. “El pequeño productor no está preparado para entregar las  propiedades que se exige, se puede hacer un acuerdo por precio, pero al  agricultor también le impacta la menor calidad que tienen sus productos”,  argumenta. “Al no tener tanta experiencia en negociación, conocimientos de  calidad, estándares requeridos, los productos son rechazados y terminan en los  mercados convencionales”, manifiesta. 
            Ante esta  problemática se plantea la solución de generar un canal de comercialización  alternativo adecuado para ellos, en los que puedan tener la seguridad de escala  de precios. Además mientras se asocien se proyectarán al mercado que deseen.  “Para esto se necesita el conocimiento de expertos, donde la UNALM podría  aportar sus conocimientos”, señaló. 
            
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