En principio, el ingeniero Carlos  Lozada señaló que el 87% de comunidades agropecuarias de nuestro país viven en zonas  altoandinas, por ende, es importante estudiar el mal de altura presente en  algunas especies de ganado como los bovinos. 
            «El mal de altura, también llamado hipoxia, es la  manifestación extrema de la inadecuación de una especie en zonas de gran altura.  Antes de presentarse la hipoxia, los bovinos con genes no adecuados a la altura  padecen deficiencias, tales como fertilidad, longevidad y capacidad de  producción láctea disminuida», detalló. 
            El gerente de Fundo América  también habló sobre el potencial ganadero de Puno, departamento que podría ser  considerado como la región con mayores ferias ganaderas del Perú y del mundo. 
            «Cajamarca y Puno son los departamentos con mayores  poblaciones de vacas altoandinas lecheras en el país. La diferencia entre ambas  regiones radica en que la segunda presenta, en mayor cantidad, un recurso  necesario para la productividad del ganado: la alfalfa. En Puno existe abundante  alfalfa que crece sin irrigación. Sin embargo, el ganado es escaso. Se  necesitan muchas más vacas “transformadoras” para dar valor a todo el forraje  de alfalfa existente. Sin duda, Puno es un tesoro ganadero», precisó. 
            Por otra parte, respecto a los  sistemas de producción empleados en las comunidades agropecuarias, el expositor  indicó que es importante reconocer el lugar que ocupa los animales en la  obtención de nuevos recursos. 
            «Es verdad. Buscamos resultados u objetivos  económicos, principalmente; sin embargo, debemos darnos cuenta de la posición que  el ganado ocupa en los sistemas de producción. El animal es un medio, un  transformador de recursos, que debemos preservar”, aclaró.
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