La riqueza sensorial del Cacao no ha sido explotada debidamente; al contrario, esta ambrosia de la naturaleza, ha sido tratada como un simple commodity, enfocando su comercialización en criterios de cantidad antes que de calidad; camuflando en muchos casos la baja calidad con procesos industriales. 
            Pero esto está  cambiando: En la última década, se ha dado en el mundo un boom alrededor de los chocolates artesanales, elaborados con alto  contenido de cacao y resaltando el origen de los granos como símbolo de  calidad. 
            Juan Laura - The Chocolate Farmer, emprendimiento de la incubadora  de empresas de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), es una marca  de chocolates artesanales que nació con el propósito de elevar el cacao y el  chocolate al nivel que se merece; y darle la sofisticación que poseen los  productos gourmet para poder crear  una cultura alrededor de esta. 
            «Buscamos conservar y valorizar la biodiversidad del  cacao peruano que se cultiva en el valle del VRAEM, territorio fuertemente  afectado por cultivos ilícitos. Así también buscamos dar un mayor  reconocimiento al trabajo del agricultor y sus saberes ancestrales brindando  una alternativa laboral digna que prioritariamente involucre a las mujeres. Somos  una de las pocas, o quizá la única marca de chocolate artesanal en el Mundo,  que ha sido cofundada con el mismo agricultor y de ahí el nombre de la marca»,  nos comenta Rosario Laura. 
            La CEO de este emprendimiento nos informa que, el cacao  es producido y fermentado en su finca ecológica a 650 m.s.n.m, monitoreado por  el Sr. Juan Laura. El tostado y conchado del cacao está en manos de Carmen Vila  de Laura, que combina la tradición familiar chocolatera y los conocimientos  modernos adquiridos para darle el sabor final a sus chocolates. De esta forma, les  permite ofrecer barras de chocolate con alto porcentaje de cacao, con menor  amargor que lo esperado y con notas sensoriales diversas y propias de cada  presentación: frutos rojos, flores de violeta y jazmín, nueces y notas  herbales. 
            «Actualmente ofrecemos barras al 70% y 79%,  realizados con cacao oriundo del VRAE. Además, tenemos una barra al 100% de  cacao chuncho, algo poco frecuente y audaz, que demuestra nuestra alta calidad.  Finalmente tenemos una barra al 60% y una barra de chocolate con leche al 50%  cacao». 
            Cuentan que están implementando la digitalización de  la empresa, lo que les permitirá transparentar y medir la trazabilidad de sus  procesos, así como su impacto social medioambiental, vital para un mercado cada  vez más consciente de la huella que deja. 
            
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