El Dr. Alipio Canahua,  especialista en Métodos de Investigación y Desarrollo Agrícola expuso sobre a  la agrobiodiversidad de la quinua y otros granos andinos. «En la cuenca del  Titicaca, las culturas prehispánicas como la Pukina, Lupaka e Inca iniciaron un  proceso de domesticación y mejoramiento del cultivo y consumo de la quinua (jiwra)  y de la kañiwa». El especialista resaltó que la quinua roja y negra de Puno  realzó su valor a mercados internacionales debido a sus propiedades  nutraceúticas y características de adaptación a diferentes climas, por lo que  se empieza a considerar la importancia y prevalencia de variedades de quinua  adaptadas en zonas agroecológicas (ZA) como el Altiplano de Puno, Salares de  Bolivia, Valles Interandinos, etc.            | 
        
        
          El Ing. Tulio Medina Hinostroza,  especialista en recursos genéticos para la agrobiodiversidad y bioseguridad;  mencionó que los conceptos de recurso biológico, recurso genético, conocimiento  tradicional y mercado se encuentran normados y regulados. Con referencia al  financiamiento de nuestra agrobiodiversidad, dijo que el Ministerio del  Ambiente (MINAM) y el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) cuentan con  leyes que apoyan esto.  
                          El MINAM impulsa la «Ley de  Mecanismo de Retribución por Servicios Eco sistémicos», el cual desarrolla el  concepto de “retribución” por compensación o pago, concepto diferente al de subvención,  para su aplicación ha desarrollado mecanismos para la provisión del servicio  hídrico y la restauración de tierras degradas. Por su parte, el MINAGRI tiene un  reglamento sobre formalización del reconocimiento de zonas de agrobiodiversidad  orientadas a la conservación y uso sostenible de especies nativas cultivadas  por parte de pueblos indígenas.  
                          La Dra. Raquel Neyra Soupplet,  especialista en Sociología de las Políticas Públicas de la Universidad de  Zaragoza (España); desarrolló el tema «Implicancias del metabolismo social en  la agrobiodiversidad: Hacia la sostenibilidad». Explicó que existe una pérdida  de biodiversidad de 1 millón de especies amenazadas (IPBES, 2019) de las 5,4  millones conocidas y un reducido número de especies de plantas y animales en la  alimentación.  
                          Además, detalló que la economía  ambiental falla al valorar la biodiversidad porque existen externalidades que  el mercado no es capaz de controlar: contaminación, efectos del cambio  climático, etc. «La valoración de la biodiversidad por medio de la economía  ecológica es una ciencia transdisciplinaria con percepción holística de las  estructuras conjuntas de la ecología y la economía. La sustentabilidad de la  biosfera no es un problema ecológico, ni económico, ni social, es una  combinación integrada y simultánea de los tres.» 
                          La experta propone conservar la  diversidad genética y utilizar los recursos genéticos en forma sustentable, garantizar  la seguridad y soberanía alimentarias, generar procesos de adopción de  innovaciones tecnológicas apropiadas a las condiciones socioeconómicas y  ecológicas de una región y reducir el impacto negativo de las actividades  agrícolas, ganaderas y forestales convencionales. 
                          La Mg. Sc. Yiem Ataucusi Ataucusi,  doctorando de Economía de los Recursos Naturales y el Desarrollo Sustentable de  la UNALM, sustentó que algunos productores pueden ser eficientes en sus  prácticas y registrar mayor producción, pero a costa de la eficiencia  ambiental. Los factores externos hacen la agricultura vulnerable, dado que los  cambios en los regímenes de lluvias aumentan las probabilidades de fracaso de  las cosechas a corto plazo y de reducción de la producción a largo plazo.  
            Por ello, decidió analizar el  nivel de eficiencia económica y ambiental de los productores de quinua de la  Región Puno con la finalidad de evaluar el desempeño productivo, económico y  ambiental de la agrobiodiversidad de quinua desde la gestión de sistemas de  diversidad. Para su estudio consideró ocho provincias de Puno (El Collao,  Huancané, Lampa, Puno, Azángaro, Chucuito, San Román y Melgar). 
                          Ataucusi realizó un total de 461  encuestas a productores y 2 grupos focales, de un total de 67 574 unidades  agrícolas. Como resultados se identificó tres tipos de productores de quinua  según el grado de importancia se encuentran 14 variables analizadas  conjuntamente, de los tres tipos de productores de quinua, el que prevalece en  la zona de estudio es el pequeño productor de poca capacitación, limitada  asistencia técnica, bajo nivel de asociatividad y con escaso uso de maquinaria. 
             
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